El LK-UNO fue descalificado en la segunda jornada de la regata Castillo de San Antón. Un fuera de línea en la salida tuvo la culpa. Aunque el comité de regatas señalizó la falta, a bordo del LK no se precataron del error, perdiendo así la posibilidad de autopenalizarse y retomar la regata. El procedimiento de salida fue realmente complicado, con muchos barcos sobre la línea, pedientes en todo momento de la proximidad de otros yates.
Pese a ello, la tripulación -ajena a la falta cometida- cubrió el recorrido barlovento-sotavento programado para el día de ayer. El equipo agunató el tipo en rumbo de ceñida, aunqué pagó caro algunos errores que fueron aprovechados por sus rivales más directos. El LK cruzó la línea de meta en séptima posición sin conocer que habían sido descalificados.
El resultado del domingo los alejó de las opciones de podium que habían alcanzado en la jornada del sábado. A pesar del pinchazo, el LK ha dado muestras de ser un barco competitivo y en contínua evolución.
Ahora el equipo piensa en una de las primeras regatas largas de la temporada, la clásica Rías Altas, con cuatro días de competición que llevarán a la flota a puertos como el de Sada, Ares o Cedeira.
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